“No descarten a los ancianos como trapos viejos, tenemos mucho para dar y la fe mueve montañas. Les pido que no se queden quietos, hay mucho por hacer”

Por suerte, todo salió bien para él. Llego a Luján el domingo 10. “Para mí este viaje me lo armaron Dios y la Virgen” expresó.

“El Padre Mauricio Scoltore me bendijo a mí y a la bicicleta antes de salir”

Ángel expresó su descontento respecto de los residuos que se encuentran a la vera de la ruta. “Encontré una bobina vieja de cobre de 2 kilos más o menos y esperaba encontrar a alguien que estuviera ‘cirujeando’ para dárselo, y terminé regalándoselo a un artesano que luego me invitó a dormir a su casa” contó.

“Llegué muy cansado, pero llegué, en cada Ave María ponía una de mis intenciones, pedí por la paz del mundo; la pandemia; la familia; amigos y ancianos” remarcó muy contento y orgulloso de su logro.

Por último, Angel contó que una de sus hijas (María) lo aguardaba en Luján y que fue muy emotivo su llegada y posterior reconocimiento en la clásica Misa de la Basílica. Se msotró preocupado por los deshechos del hombre en la vía pública. "No saben las cosas que encontré en la ruta, no cuidamos  el medio ambiente y te sorprende ver tantas cosas tiradas a la orilla del camino. Partes de autos, camiones, pañales, cartones y metales", destacó.