"Hacía más de un año que no veía a mi hijo"

“Decidí viajar a Mar del Plata con mi hija, un día sábado, ya que hacía más de un año que no veía a mi hijo. El lunes llovió y mi hija se resfrió y pensamos que era a causa de la lluvia. Pero el miércoles su mamá dio positivo en Urdampilleta y como teníamos el tanque de combustible lleno decidí regresar rápidamente. Yo le dije si tu mami dio positivo, seguramente vos también y por consecuencia yo no seré la excepción y quiero que me atiendan allá”, aseguró en la primera parte de la entrevista.

“No paramos en ningún lado y al día siguiente hisoparon a mi hija y resultó positivo, y el viernes fue mi caso y también”

Por todo lo que había escuchado, quise que me atendieran en Urdampilleta y Bolívar. Al principio tuve síntomas leves y como me sentía bien a los 7 u 8 días me puse a hacer unos trabajos con la amoladora y las herramientas pero a la tardecita sentí frío en la espalda y le dije a mi hija que estaba haciendo el aislamiento conmigo, “creo que me equivoqué”.

“Ese domingo levanté mucha fiebre y el lunes me trasladaron a Bolívar”

“Cuando llegué al hospital me hacen una tomografía y tenía unos puntidos de una neumonía y me internan por prevención. El martes, además de la medicación me pasaron el plasma y el miércoles regresé a mi casa contento porque me habían agarrado a tiempo”, contó.

“Hoy la puedo contar porque en Bolívar han hecho las cosas muy bien”

Edgardo estuvo bien hasta el jueves, pero sufrió dos caídas y le había cambiado la saturación de manera preocupante. “Me comuniqué al hospital y a las 2 de la tarde me trasladaron a Bolívar y ni bien llegué me dieron oxígenos porque me sentía muy mal. Soy diabético y se me había bajado la glucosa de manera importante. Llegué muy mal y estabilizaron y me hicieron una nueva tomografía. En 40 minutos tenían el resultado y el estado de mis pulmones más los análisis de sangre. Por eso la puedo contar, porque en Bolívar han hecho las cosas muy bien”, subrayó.

“La parte anímica es clave para no dejare vencer”

Ya internado y con oxígeno, boca abajo para facilitar el sistema respiratorio, se convenció que tenía que salir anímicamente y comenzó a responder el teléfono. “Lo puse sobre una silla y me las arreglé para mandar mensajes y audios. La verdad es que el cariño de la gente me ayudó mucho y Fernando y Marcelo, dos compañeros ha habitación, hicieron que pudiéremos sacar la cabeza de lo negativo”, aportó.

“Al cuarto día me sacaron el oxígeno”

“Estuve una semana internado, tres días con oxígeno y completé la semana porque pasan la medicación vía suero. Hoy la puedo contar, pero es una experiencia muy dura. Todavía duermo boca abajo porque me siento más seguro. Tengo diabetes y estoy operado del corazón, pero esto fue terrible, es una enfermedad rara que no solo trabaja en el cuerpo, sino también en la cabeza”, remarcó.

“La calidad humana del personal y médicos del hospital es realmente increíble”

Valoró la tarea de todo el personal del hospital, en cada una de sus áreas “Calidad humana, capacidad médica y unos fenómenos. En el marco de una inversión que se debe ponderar, porque desde el tomógrafo, el Laboratorio y el servicio que da el hospital permite salvar vida. Hay que reconocerlo”.

“Hubo decisión política para invertir en lo que había que hacerlo”

“Eso es lo que hoy tenemos que ver, porque se invirtió en lo que correspondía, priorizando la vida de las personas. Quiero agradecer a las enfermeras de mi pueblo (lógicamente ya agradeció a las del hospital de Bolívar), porque son el alma del hospital y conocen a todo el mundo. Paola Pinedo es quien hizo mi seguimiento, y cuando arribó a mi casa, le dijo al doctor que yo soy diabético. Por eso digo que cumplen un papel muy importante, igual que a los médicos”, sostuvo.

Por último, subrayó mantenerse bien de ánimo, salir rápidamente de la situación de crisis y buscar ponerse en contacto y activarse. Porque es una enfermedad tan rara que una parte de su componente afecta al cuerpo y la otra la mente.

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