Su experiencia personal, contada en primera persona

El año pasado, se aisló durante 10 días ya que presentó síntomas leves compatibles con la enfermedad. Pero hace dos semanas, le empezaron a doler las piernas y la cabeza mientras atendía a sus pacientes. Pensó que el dolor muscular se debería a que había estado haciendo esfuerzo físico pero, cuando se midió la saturación, el valor estaba muy por debajo de lo normal: tenía 91, cuando lo normal es 98 o más. Automáticamente, se dio cuenta de que se había contagiado y fue el momento preciso para aplicarse el tratamiento que a diario le brinda a sus pacientes.

 “La misma noche que me di cuenta de que estaba contagiado, me hice cuatro nebulizaciones con ibuprofeno y mi saturación subió a 96. Justamente, a la noche es cuando el cortisol plasmático baja y los pacientes empeoran. El resto de los días saturé entre 94 y 95, me nebulicé durante 6 días y me recuperé. Ahora, sigo con tratamiento preventivo y me hago una nebulización diaria para terminar de desinflamar el pulmón. Por eso, el ibuprofeno inhalatorio también puede usarse para la recuperación del tejido pulmonar en aquellos pacientes que han superado el COVID-10, pero han quedado con los pulmones con fibrosis, que es una de las principales secuelas de esta enfermedad”, explicó.

Villar sostiene que hay muestras suficientes del poder de recuperación que tiene el tratamiento. “Sabemos que a las personas mayores les cuesta nebulizarse, pero esta solución baja mucho las probabilidades de terminar internado con oxígeno”, destacó.

Describió realidades comparativas con el Plasma, al que evaluó como positivo pero de difícil distribución geográfica por la ubicación de los centros regionales y subrayó que en algunos casos los pacientes no presentan mejoría. “Estamos a la espera de un dictamen de ANNMAT que no siga trabando el tratamiento. En pandemia no se puede esperar porque el costo es la vida”, sostuvo este lunes en Radioshow.

“La cantidad de nebulizaciones diarias a cumplir depende de cómo sature la persona, en los casos menos urgentes se recomiendan cada 8 horas”

Gustavo dejó en la entrevista datos importantes, de cómo obtener la solución de farmacias magistrales que trabajan en su preparación. “Es importante contar con un saturómetro en la casa, para poder ir corrigiendo a medida que desarrolla el tratamiento. Es un aparato muy sencillo que se coloca en el dedo y te permite saber cómo la persona está saturando, teniendo los parámetros claro.

Habló del uso compasivo de los medicamentos

Es una forma de atender casos urgentes, y dentro de la normativa de ANNMAT consta que se puede realizar el uso compasivo de los medicamentos que aún no tienen dictamen favorable. “Me ha pasado estar con pacientes que tenían 85 de saturación, preguntando qué iban a comer a la noche y desconociendo la situación”, estimó.

Finalmente hizo consideración y abogó para que sean escuchados y logren darle luz verde a este tratamiento, si bien en algunas provincias ya se ha flexibilizado y se puede desarrollar normalmente. “No hay que dejar de atender lo urgente, esta solución viene de la mano de una medicación barata y que está demostrado que es efectiva”, cerró.

Recomendamos escuchar el audio completo de la entrevista, donde el doctor Gustavo Villar fundamenta claramente la importancia de poder utilizar este tratamiento.-

Fotos: Infobae

Audio Radioshow