Guillermo está unido al fútbol desde muy chico. Arrancó jugando al “baby” en las canchitas al lado de la estación de trenes, luego pasó por el Fortín y continuó las inferiores en el Club Independiente de Bolívar. En 1984, se armó una Selección con chicos de Empleados de Comercio y lo invitaron a participar de un encuentro contra Bragado. En ese partido lo ven desde Ferro Carril Oeste.

“Yo voy a una prueba en el 84 a Ferro, quedo, pero ese año no puedo conseguir colegio, entonces lo dejamos para el año 85 que es cuando voy”, comentó el futbolista. Además añadió que en ese momento, más que un club era una familia. “fue un precursor de formación”, dijo sobre el club del oeste.

En Ferro estuvo desde 1985 hasta 1992, donde firmó 3 contratos profesionales. Luego fue a jugar el Nacional B con Deportivo Maipú de Mendoza  por un año. Después paso por Douglas Haid, Banfield, Deportivo Italiano y Belgrano de La Pampa.

Si bien en Bolívar jugaba más de delantero, cuando llega a Ferro “me pruebo de volante por derecha. Inicio en Ferro como volante por derecha y en el primer partido hay una dificultad con un jugador, que tenía problemas con el documento y pase a jugar de lateral”, explicó Guillermo. Aunque añadió que “el día que debuto en Primera División contra Racing, el 5 de junio del 88, sino me equivoco, jugué de volante por derecha”.

“El fútbol es una filosofía de vida. Es haber vivido todo lo que viví, creo que es parte de la esencia de lo que soy”, comentó. Y, a pesar de que podría haber continuado jugando, después de ser hacer pretemporada en Primera, con el recién ascendido, Banfield y pasar por Deportivo Italiano, decide dejar el fútbol para estudiar y trabajar.

Hace la carrera de Asesor de Seguros y comienza a trabajar en la compañía de un familiar, mientras tanto hace el curso de Director Técnico. Alberto Fanesi, que era el director de la escuela, lo invita a dirigir con él Barracas Central, que en ese momento estaba en Primera C. A los 15 días, Fanesi se va a Vélez y él se queda dirigiendo a Barracas con Gustavo Conté. “Fue hermoso, tenía 31 años y creo que era el Técnico más joven de todos los técnicos que estaban de la D a la A en AFA”, insinuó.

Además, Guillermo mencionó que también jugó en la Asociación Argentina de Futbol de Playa por 3 años. “Me tocó viajar y conocer el fútbol de otra manera”, dijo. Esa oportunidad se le dio luego de participar de un campeonato interno en la quinta de Mauricio Macri.

En el año 2001, decidieron con la familia, regresar a Bolívar.  Al principio, viajaba a Buenos Aires para seguir dirigiendo, pero luego se instala definidamente en la ciudad. Comienza a entrenar las divisiones formativas en el Club Empleados.  Al tiempo, se arma el proyecto de Barracas Bolívar y luego, él crea la escuelita “que fue mi gran emprendimiento”, comentó.  

Sobre Barracas Bolívar, recuerda que, junto a Néstor Ducasse, llamaron a Enrique Sacco para decirle que querían hacer algo con el fútbol de Bolívar. “Quique” les contesto que en 15 días les iba a contar un propósito que tenía. “Nos pareció una locura, algo imposible de hacerlo”, dijo Guillermo. Poco después se encontraron dirigiendo ese proyecto, logrando el ascenso el primer año. Finalmente, con el tiempo no prospero.

Sin embargo, no se dio por vencido con el deporte y creo la Escuelita de Fútbol que llamó Balompié. “Recuerdo el día que tuve la idea, lo difícil que fue concretarla, buscar un lugar, acomodarlo”, mencionó.  Pero, todo esfuerzo tiene su recompensa y hoy es un club establecido con inferiores, equipo de primera y femenino.

De los anhelos a futuro, Guillermo dijo que “mi sueño es darle todos los argumentos a mis “hijos futbolísticos”, para que puedan cumplir los sueños que tienen, ese es uno y el otro es que Balompié sea un equipo, un club que prospere más allá de mi presencia”.

También habló del “Cele de Bolívar”, “el Club Ciudad es un desafío importantísimo. En el primer año hemos tenido un logro, más allá de lo deportivo de haber ascendido, que es relativo con respeto a lo que significo armar esto”, contó.

Antes de finalizar, Guillermo Panaro se definió como “soy, lo que la mayoría de la gente piensa de mí. Las cosas malas y las cosas buenas. Eso soy”. Además confesó que siempre se levanta con ganas de hacer muchas cosas, desde escribir un libro, planificar el entrenamiento, armar un club. “Siempre tengo la ilusión de hacer cosas”, cerró.

Audio: Milanjo Villacorta (Radioshow Deportes)

Edición: Vanina Benito Gramajo