“Fui convocado el sábado por Marco Pisano, y vine a una reunión que se hizo en la Municipalidad. En ese momento nos planteó la situación, y nos hicimos presente en el lugar del accidente”

Hicimos lo que pudimos, aportamos todo el conocimiento que teníamos, pero siempre sabiendo de que esto era complicado, y algo que acá o en la zona todavía no se había realizado.Fue una tarea que desde el primer momento supe que iba a ser compleja, porque en un momento estábamos tirando más o menos con 230/240 metros de lingas, y no hay forma de aplicar la potencia si el camión no cruzado en la ruta para que trabaje lo más firme posible.

 Todo eso significó semejante despliegue para tener la ruta nacional cortada, pero también quiero destacar que todo esto se llevó a lo que puedo, nada más, que si no hubiera estado mi señora, no hubiera hecho nada. Voy a decir que Betty tuvo mucho que ver en la resolución del hecho. Palillo Valtuille fue quien diseñó y fabricó toda esa herramienta para poder hacer el rescate, él se iba y se quedaba a la noche en el taller para poder rescatar la camioneta. Esas herramientas especiales tengo entendido que él después de todo este siniestro se las donó a los Bomberos Voluntarios de Bolívar.

“Siempre trabajamos con la condición que el señor Álzaga podía estar dentro de la camioneta”

Teníamos prácticamente la seguridad que adentro de la camioneta vehículo estaba el señor Álzaga, por lo que teníamos que manejarnos con mucho cuidado y viendo qué es lo que íbamos a hacer. Lógicamente con la tranquilidad que había mucho despliegue, con toda la fuerza que uno puede imaginar, y que acá en Bolívar yo, personalmente, no lo había visto nunca.

Llegaron los chicos de Gendarmería, un respeto, un equipamiento impresionante, que fueron los que encontraron la camioneta, porque estuvimos dos días buscándola, no había manera de hacerlo, y no sabemos al final si la camioneta se corrió o no se corrió. De lo que estábamos seguros es que habíamos arrastrado algo, pero no teníamos la seguridad de que fuera lo que buscábamos.

“Hay que tener en cuenta que estamos hablando de 4 o 5 metros de profundidad, con una corriente de agua impresionante donde hubo que maniobrar y trabajar”

Se estima que el señor siempre estuvo adentro de la camioneta, el día anterior a la tardecita nosotros habíamos logrado moverla, tirándola más o menos unos 10 metros y la habríamos corrido, que ahí ha sido donde ha salido el cuerpo y el agua lo desplazó. Porque aparece al otro día a la mañana temprano más adelante.

“Siempre tuvimos en cuenta la presencia de la familia en el lugar, a la hora de hacer movimientos”

No te olvides que nosotros la terminamos sacando a la camioneta de a unos 65 metros contando de la ruta a donde estaba y la sacamos cruzando el canal, la pasamos para el otro lado y la pudimos traer contra la corriente hasta que la tuvimos en la banquina para poderla cargar.

No es sólo lo que pesa la camioneta, porque las que nos conocemos en la zona llegan a los 1.800 kilos, que no es tanto. El tema en este caso estaba llena de agua y sedimentos, y a la par veníamos contra la cantidad de kilos que produce la corriente del agua, eso fue lo que nos afectó a nosotros, que tiramos más o menos, por lo que marcó el malacate, entre 10.000 y 11.000 kilos.

La fuerza de arrastre del equipo nuestro es de 20 a 30 toneladas, pero después no tenés cómo sostener firme y el camión empieza a venir, lo que vos querés traer se te va al camión, nosotros estábamos muy equipados, teníamos mucha herramienta para tenerlo al camión, pero no era tan fácil, porque si esa camioneta se nos desenganchaba en el medio de la corriente, adónde la íbamos a buscar después. Perdíamos un procedimiento de 4 días en 2 segundos. Estaba complejo el tema, cuando la camioneta llegó al medio, nosotros teníamos una marca en la camioneta, porque se le había clavado una estaca de 3 metros en el techo, para poder guiarnos con una boya, para saber cuánto veníamos moviendo. Gracias a Dios todo fue saliendo y logramos sacarla a superficie y poder trasladarla a Bolívar.

Betty Oxarán

Acá estamos contentos, y no quiero dejar de agradecer todas las muestras de apoyo que recibimos con el trompa. Agradecer a las mujeres que nos hacían torta, que nos hacían las viandas, que nos alcanzaban un café porque nosotros arrancábamos a las seis de la mañana y volvíamos a casa a la noche.

Quiero destacar a la doctora Sebastián, que estuvo todo el tiempo junto a nosotros. Iba y venía de un sector al otro donde yo estaba. Ella nos mostró que el camino era dar una respuesta a las tres familias. Luché junto a ella y ayer fue contra todos para poder sacar por último la camioneta. Había que hacerlo y tenía que terminar de buena manera todo eso.