“El vóley es algo que me ha llevado a adquirir la mayor cantidad de mis experiencias en la vida”, comentó Lucas, que arrancó con esta disciplina a los 6 años en el CEF nº 5 con las profesoras Bontempo y Giménez.  En el año 2002, “se abrieron las inferiores en el Club Ciudad de Bolívar y empecé a jugar ahí”, recordó.

 En esos momentos, Bolívar Vóley, estaba dando sus primeros pasos en la Liga Nacional, por lo que la ciudad disfrutaba mucho del deporte. “Se me dio también que el mismo grupo de entrenamiento, era mi grupo de amigos”, comentó. Asique luego de las prácticas, seguían jugando en los hogares. “Le hemos dedicado mucho tiempo, me desarrolle en las inferiores del club desde que tengo 8 años. He pasado por Mini, que es hasta los 12, Sub 14, Sub 16 y Sub 18”, dijo Lucas, que también en esas épocas fue parte de las selecciones provinciales y argentina.

“Desde chico ya viajando y conociendo personas de lugares distintos. Creo que te enseña un montón y eso es muy valioso. Es lo más valioso que me he llevado de las inferiores”

Lucas, que defendió la camiseta celeste desde muy chico, con el privilegio también de poder hacer con sus amigos y siempre contando con el apoyo de su familia, consiguió el sueño que todo jugador de inferiores desea, poder pisar la cancha con el conjunto de primera.  “Se me dio, después de muchos años, la posibilidad de poder formar parte del equipo de primera. Seme cumplió de una manera inesperada, en el medio de una Liga”, recordó.  

Además mencionó que “Fue una liga excelente para Bolívar, pudimos lograr el campeonato nacional, la Liga Argentina, ganamos la Copa Libertadores de América. Fue una locura vivir eso desde adentro de la cancha. Fue sensacional”.

Para la temporada 2019/2020, Lucas, dejó la casaca y tuvo la oportunidad de ser parte del equipo, pero como estadígrafo del plantel. “Lo cual también disfrute un montón. Es impresionante lo que pude aprender trabajando al lado de estas personas que saben un montón de vóley”, se mostró agradecido.

El bolivarense que realizó las inferiores con el cele, hasta los 18 años, tuvo un paso por el Club Náutico Hacoaj dónde participo de la Liga Metropolitana y además dio su primera experiencia como jugador de la Liga Nacional de Vóley con UNTREF. A los 22 fue que regresó a Bolívar y se sumó al plantel de primera.

“Dejar a la familia, los amigos e irse tan lejos a vivir una experiencia solo”

El año pasado, en plena pandemia, le salió la oportunidad de ir a Hungría como asistente y estadígrafo del equipo femenino de vóley en la Universidad de Educación Física de Budapest, capital húngara. Le fue difícil tomar la decisión de emigrar, pero considera que fue positivo ya que está en un ambiente que le gusta, que es el vóley.

“Dejar a la familia, los amigos e irse tan lejos a vivir una experiencia solo”

Sobre su llegada al viejo continente, Lucas, contó que “Me encontré con buena gente, que me trata muy bien, que hace llevadero el trabajo”. Además dijo que iba a estar una temporada más con el mismo equipo, que se llama TFSE.

Por el momento se encuentran en un receso, ya que la Liga, en Hungría, se da desde finales de septiembre/ principios de octubre hasta mediados de abril del próximo. Asique, Lucas,  tiene pensado viajar a finales de julio para arrancar con la pretemporada.

Asimismo explicó que la Liga que están jugando es el segundo nivel más alto del vóley húngaro que es conocida como la NB1. “El equipo en el que estoy, es un proyecto que se ha creado hace pocos años, que está intentando mejorar sus categorías en inferiores, que está intentando vincular las inferiores con el equipo de la primera”, explicó. Además, añadió que es “un lindo proyecto que está avanzando muy rápido”.

Es un equipo que hace dos años estaban en lo más bajo de la tabla, pero que la temporada pasada terminaron segundas. “Los resultados fueron buenos, ojala la temporada que viene podamos salir campeones y a partir de ahí lograr esa posibilidad de ascender a la primera liga”, comentó Lucas.

“He tenido un desafió enorme en el hecho de la comunicación, he aprendido el lenguaje de señas, algo de inglés. Un poquito de todo para poder expresarme”

Uno de los desafíos más grandes que tiene una persona que decide irse a otro país, es el tema del idioma. “Me fui de acá sabiendo un poco de inglés”, contó. Cuando llegó a Hungría se encontró con un técnico griego que también manejaba el inglés, asique pudo manejarse bien.

A las dos semanas de estar  con el equipo, renunció el griego y se incorporó un chico húngaro que no manejaba otro idioma, “asi que he tenido un desafió enorme en el hecho de la comunicación, he aprendido el lenguaje a señas. Un poquito de todo para poder expresarme”, dijo entre risas.

El húngaro es el tercer idioma más difícil del mundo, pero algunas palabras pudo aprender para comunicarse. Cuanta con la ventaja de que “el vóley es el mismo en todos lados asique era cuestión de encontrarle la palabra o la seña justa para poder comunicarnos entre nosotros”, explicó el bolivarense.

Para terminar, Lucas se despidió diciendo, “Köszönöm szépen. Nekem is nagyon jó volt, jó estét”. Que significa “Muchas gracias. Fue muy bueno para mí también y que tengas buenas noches”.

Entrevista: Radioshow Deportes (Milanjo Villacorta)

Edición: Vanina Benito Gramajo