“Fue una desgracia del fútbol, fuimos a competir el fin de semana a Uruguay, al Mundialito, y bueno, pasé una fatalidad”, comentó Marcelo. Al mismo tiempo, indicó “habíamos comenzado a jugar el torneo, habíamos ganado el primer partido de Uruguay 4 a 3, teníamos que jugar el segundo partido contra un equipo de Chile, e íbamos perdiendo 2 a 1, un partido que se daba vuelta seguro, porque yo les tenía mucha confianza a mis compañeros, estaban jugando muy bien, y vos te das cuenta cuando un partido lo vas a ganar”.

“Transcurrían 20 minutos del primer tiempo, una jugada rara, todavía no entiendo, tiran una pelota cruzada, yo salgo, la apunteo con el pie izquierdo, me queda el pie afirmado, y venía el delantero del equipo de Chile, se tropieza y se cae, con la cabeza me golpea el tobillo y me genera una fractura expuesta”, explicó.

Asimismo, mencionó que sufrió fractura de tibia y se desplazó todo lo que es el tobillo. “Ahí se paró el partido, hasta que vino ambulancia, porque lamentablemente no sé qué pasó con la organización, porque no puede ser que en un evento de esos no haya una ambulancia, no haya un médico, tardó 45 minutos”, agregó.

 “Tuve 45 minutos tirado en la cancha, fue terrible el dolor, mis compañeros en todo momento conmigo, en un momento se largó a llover, me tuvieron que tapar con un nylon”, señaló. Luego llegó la ambulancia y lo trasladaron a un Sanatorio, donde le cobraban 400 mil pesos, por lo que decidieron llevarlo a un Hospital Público.

“Me llevaron a un sanatorio público que es todo de traumatología. La atención de primera, excelente, desde el médico hasta la mucama, enfermera, todo el mundo”, remarcó el jugador. “Enseguida me hicieron placa, me llevaron a una sala, empezaron a mover el pie para poder calzar el tobillo, Hasta que calzó el tobillo, pero lo complicado era que como el hueso había salido tanto para afuera, arrastró la piel para adentro y eso no podía quedar, me tuvieron que agarrar, cortar con un bisturí para sacar la piel que había quedado adentro”, contó.

El domingo a las 11:00 de la mañana lo operaron, donde le colocaron una planchuela de titanio con cinco tornillos. “Salí de la sala de operación, me hicieron una placa, después más tarde me llevaron a hacer una tomografía y, gracias a dios, estaba todo bien”, mencionó.

Asimismo, señaló que “el miedo que tenían los médicos, al ser una fractura expuesta, no me podían dejar venir porque corría mucho riesgo, así que mínimo 72 horas tenía que estar internado”. Le dieron el alta y lo llevaron al puerto para que tome el Buque Bus que era más rápido y cómodo ante su situación. Al llegar a Buenos Aires tenía una ambulancia para la derivación hasta Bolívar.

“Ya hablé con el traumatólogo acá para que me hiciera el seguimiento”, adelantó. De recuperación va a tener que estar entre dos y tres meses, añadió. Marcelo agradeció el apoyo de sus compañeros en todo momento.

El partido contra Chile se suspendió porque no quisieron jugarlo, por lo que fue derrota por 2-1. “El domingo clasificaron para la final, así que jugaron el domingo a las 11 de la mañana, o a las 8, ganaron el primer partido, jugaron la final y lograron ganar”, comentó. “La copa me la van a regalar a mí, es un gesto maravilloso, la verdad da gusto cuando tenes compañeros así, en ningún momento me dejaron solo cuando estaba en la cancha, hay que sacar el sombrero”, expresó.

“Yo ahora tengo que ser positivo, pensar en recuperarme lo más rápido posible, y cuando se pueda empezar a trabajar, empezaré, porque si empezás a que te haces la cabeza que toque el otro, tiras todo para atrás”, cerró Marcelo.