Lunes 30 de Junio de 2025

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30 de junio de 2025

Juan Andrés Blanco Rodríguez: "Los inmigrantes Saben que han hecho lo que tenían que hacer, que han venido porque querían venir, pero se dan cuenta que han prescindido de cosas importantes"

Entrevistamos al historiador y catedrático de la Universidad de Salamanca, que vino a recopilar información de las familias y sus vínculos con los inmigrantes. Además, posteriormente luego de entrevistar a muchas personas, dio una charla abierta que fue excelente. No te pierdas la nota completa.-

En lo que tiene que ver la emigración, lo que es la visión que tienen los propios emigrantes o descendientes, enriquece lo que conocemos los historiadores o sociólogos de este proceso. Lo enriquecen de una manera que no es posible hacerlo si no es con ese testimonio. Ahora a veces se habla de la historia de las emociones también.

huliLa emigración es muchas cosas, pero también es una emoción. Y eso solo lo pueden transmitir, o el propio emigrante se nota en la cara, o los descendientes. Ahora mismo una señora maestra me contaba la actitud de su padre, la actitud incluso no verbal, sino visual, la nostalgia que sentía de su tierra.

Da la sensación que les costaba mucho contar, trasladar al resto de su familia parte de su historia familiar de cada uno de ellos?

En muchos casos sí, en muchos casos les cuesta, porque la emigración incluso, que es una emigración voluntaria, bueno, a veces venían tratando de no ir a la guerra, a la guerra de Cuba, a la guerra de África, en muchos casos sí. Hasta 1926 eso es una motivación importante, no sólo de los propios emigrantes, sino de la familia. A veces son los propios padres o los abuelos que inciden, que se vayan a la emigración antes de tener que ir a la guerra de Cuba, o a la guerra de África. Pero en muchos casos es una decisión voluntaria, hay gente muy joven que tiene esa capacidad de iniciativa y de arrojo, porque hay que pensar que estamos hablando de emigrantes en este caso, del interior de España, de provincias como Zamora, Salamanca, en lo que esos chicos no han visto el mar nunca, han visto el río, y ríos pequeños.

Digamos, la experiencia se acaba convirtiendo en una experiencia con cierto dramatismo. Aunque, repito, son jóvenes, tienen una gran capacidad de iniciativa, de riesgo, pero se dan cuenta que vienen a un mundo distinto. Nos unen muchas cosas, nos facilitan.

Usted cuando habla de dramatismo habla del no saber con lo que se iban a encontrar?

Efectivamente, bueno, tenían una idea de lo que se iban a encontrar, pero a veces pensaban que emocionalmente era más fácil, orque tenían conocidos, a veces tenían familiares, hablaban la misma lengua, le habían dicho que las cosas eran fáciles, luego no eran tan fáciles. Pero humanamente se encontraban con un choque significativo.

gimoSe encontraban también con las dificultades, que hoy a veces es más difícil comprenderlas, porque hoy tenemos la capacidad de la comunicación inmediata, incluso visual. No la tenía. Entonces, la comunicación era por carta, por cartas que duraban mucho tiempo, que no siempre llegaban, y poco a poco se iban dando cuenta de esa dificultad para desandar el camino coyunturalmente, o ir de vacaciones. Era muy difícil, solamente lo podían hacer muy poca gente, y al mismo tiempo iban estableciendo, como era lógico, otro arraigo, otras familias aquí, y iban siendo conscientes de que no iban a volver, o que lo iban a tener muy difícil volver.

"Era gente que habían venido muy jóvenes, con los padres, que muchas veces quedaban allí, los abuelos, en un momento en que las familias son familias muy cerradas, en que hay mucho contacto familiar, las familias en sentido general"

Saben que han hecho lo que tenían que hacer, saben que han venido porque querían venir, pero se dan cuenta que han prescindido de cosas. De toda esa relación humana, con gente muy cercana, muy querida, incluso los amigos del alma, esos amigos que se tienen en la adolescencia, incluso en la niñez, que los son para toda la vida.

lipaHay muchas cosas en las que se cambia esa emigración. Pero es muy duro, es muy duro emocionalmente, humanamente, y una forma es precisamente. El inmigrante siempre hace todo lo que puede para que los hijos se adapten lo mejor posible, para que los hijos no sufran y para que los hijos se integren en la escuela, tengan trabajo, progresen.

Venimos o vienen de pueblos muy pequeños de los que no han salido, muchas veces no han salido a ningún sitio, si no han hecho el servicio militar no han salido la mayoría de las veces, entonces son de su pueblo, son de su pueblo. En la escuela le han enseñado que además de su pueblo son de una provincia, porque bueno, desde 1833. España está dividida en 49 provincias, luego en 50. Entonces en la escuela es donde se va hablando de que, oiga, usted es de un pueblo, efectivamente de este pueblo, donde ha venido, pero es de una provincia, una demarcación que es Zamora, es Salamanca, León, Asturias, etc. Eso es una identidad que cuando vienen los emigrantes aquí, cuando vienen los emigrantes aquí a finales del XIX, a principios del siglo XX, esa identidad provincial, las provincias distintas aquí en la Argentina, más pequeñas.

Aquí las provincias, la provincia de Buenos Aires, como dicen ustedes, es toda España, tiene la misma extensión que toda España. Entonces sí lo tiene marcado esa identidad también provincial, que no es contradictoria con lo español ni una provincia con otra. Son distintas, pero al mismo tiempo saben que son muy parecidas.

Ha pasado que ese vínculo se ha extinguido, que tal vez se vinieron todos, quedaron los más grandes, ya no vuelven, ya no están?

Es verdad que como Argentina está muy lejos de España, o España de Argentina, pues, muchos vienen y están un tiempo, incluso un tiempo en el año, vienen a lo mejor a la esquila de las ovejas y vienen a agarrar la recolección del maíz, prácticamente ahora. Entonces, yo creo que la soja no estaba, pero bueno, el maíz sí.

"La mayoría vienen de quedarse, si les va bien, de quedarse. Y a veces vienen familias enteras, menos la familia nuclear, padres, hijos, incluso abuelos, enteros. Lo normal es que no, lo normal es que venga gente y quede parte de la familia allí"

Durante mucho tiempo hubo esa relación. Es una relación que no era como ahora, pues no hay teléfono, eran por carta y tal, pero era sistemáticamente. Yo estaba aquí en Argentina y entonces, bueno, la relación por carta era continua. No día a día, pero cada dos meses o una cosa así, se escribía y se escribía para toda la familia. Mi tía escribía preguntando por todos y cada uno de los miembros de la familia. Bueno, eso pasó tiempo.

Lo que era una relación emocionalmente muy estrecha con los padres, con los abuelos, con los hermanos, a partir de más o menos 1963-64, a partir de ahí ya viene muy poca gente. Bueno, pues van quedando pocos emigrantes directos, van quedando descendientes y eso se ha ido un poco diluyendo, pero se está recuperando. Porque las posibilidades de comunicación son mucho mayores y porque a los descendientes de los emigrantes ya no les duele.

Es decir, los nietos no pueden saber de dónde vino su abuelo y no les duele eso. Les produce un interés, un interés que es no solo muy legítimo, sino muy lógico, de que aquello que le contaron, aquello que le dijeron, etc. Y es algo que no les duele el rememorarlo. Entonces, ese intento de vinculación lo hubo siempre y durante mucho tiempo que aquí se vivía mejor que en España, ayudaban para que se arreglaran cosas en sus pueblos.

"Ahora la relación se mantiene también así, pero también en la otra dirección. Y lo que estamos haciendo es eso, que eso que son muestras de la vinculación y documentos donde se basa esa relación, el emigrante tiene los documentos con los que vino, mantiene fotografías, mantiene cámaras, mantiene objetos. Todo lo que le queda"

Muchos hijos y nietos también lo mantienen, no solo porque es el recuerdo del abuelo, de la abuela, etc., sino porque siente que hay una identificación. Y luego las asociaciones que juegan un papel muy importante si hicieran, cuando se hicieran, un papel de ayudar a los propios emigrantes a matar esa nostalgia, a compensar ese desarraigo, y por otro lado ayudarse a que esas instituciones, esas asociaciones son la memoria institucional de esa relación, de esa vinculación que ha habido y que hay. Y es lo que estamos tratando de que no se pierda la base documental y material de todo eso, que no se pierda y que insistamos en esa vinculación que es en favor de allá y de acá, sin duda alguna. Que no se pierda y que las asociaciones también mantengan su propia y ayuden a recuperar toda esa documentación. Porque las propias familias cuando tratamos esto se conectan entre ellos. Con un primo, oye, ¿te acuerdas del abuelo? Ahora hemos venido y uno de mis colaboradores ha encontrado una familia amplia en Tres Lomas. Sabía que existían pero no tenían contacto. 

 

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