"Colón es el quipo de los humildes, de los trabajadores"

“Cuando vine a Santa Fe, pregunte por los equipos, me dicen “hay dos, Colon y Unión””, contó “Chango” Martínez. Él se inclinó por el sabalero, porque vivía cerca de la vieja cancha de Colon. Empezó a jugar en las inferiores y llegó hasta la tercera, lo que hoy en día sería la reserva del club.

Cuando inició, como era rápido, jugaba de wing derecho. Después un técnico le dijo que tenía que ser 8. “Tenía que ir a cabecear los centros adelante, pero también tenía que bajar a rechazar los centros de los contrarios”, recordó.

“Todavía no lo puedo creer, todavía no caí, y sigo festejando”

Sobre los entrenamientos en esa época, “Chango”, mencionó que “nos hacían subir la tribuna con unos escalones altos. Lo subíamos en diagonales y los bajábamos en diagonales”. También contó que las pretemporadas se realizaban en el mismo club. Jugó hasta los 18 años, porque comenzó a trabajar en Vialidad Nacional y lo trasladaron de ciudad.

En Santa Fe, siempre alentó al “sabalero”, pero como Colón y Unión solían jugar en el Nacional B, también eran hinchas de un equipo de Buenos Aires que jugará en Primera. Asique tenían la particularidad de simpatizar por dos clubes.

“Tengo una sola camiseta de Colón, que debe de estar por ahí archivada”

El club santafesino, se consagró campeón de la Liga Profesional de Fútbol. “Todavía no lo puedo creer. Todavía no caí, sigo festejando”, comentó Octavio. Que además, toda su familia es sabalera. Entre los recuerdos, “tengo una sola camiseta de Colón, que debe de estar por ahí archivada”, dijo entre risas.

Para finalizar, “Chango” Martínez, intercambió opiniones sobre la actualidad del fútbol y la diferencia que hay entre los clubes de Buenos Aires con los equipos del interior. No sólo en lo futbolístico, sino también por cómo es tratado en los medios nacionales. Además dijo no ha vuelto a la cancha, pero que le gustaría volver algún día porque está muy distinta a cuando él iba.

Entrevista: Radioshow Deportes (Milanjo Villacorta)

Edición y redacción: Vanina Benito Gramajo