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24 de marzo de 2023
Adriana Garnier habló en FM 10, en el programa Radioshow, y contó cuántas cosas han pasado en estos seis años de haber sido reconocida como la nieta nº126
Violeta y Adriana (Madre e Hija)
Al morir sus padres adoptivos, una tía le confesó que no era hija biológica y allí comenzó su búsqueda. Al estar segura de ser la hija de Violeta Graciela Ortolani y Edgardo Roberto Garnier, finalizó su búsqueda.-
“Con mi abuela paterna, que vive en Entre Ríos, no tuve la relación que esperaba, y tal vez después de 35 años de no saber su origen no se construyó el vínculo que esperaba”
Sus padres de crianza apellido Cosentino, le dejaron un departamento que estuvo a punto de perder, al decidir recuperar el apellido de su padre: Garnier.
“Ni bien supe, mi tía de crianza me llevó a Abuelas para hacerme el análisis de sangre. Mis padres me compraron en una clínica y sin saberlo se mandaron una macana muy grande”
Adriana, en diálogo con Sandra Renna y Jorgelina Gherbi, contó detalles que sorprendieron. “El primer análisis me dio negativo, o mejor dicho incompleto. Pero dos años después, me llaman y me cuentan que se había incorporado una herramienta de origen noruego que ampliaba más las posibilidades de establecer el campo genético de las personas. Y que ahora había certezas que en análisis diera positivo”, subrayó.
Blanca Díaz de Garnier, su abuela paterna que aún vive no mantiene comunicación con ella desde hace tres años. “Con mi tío, que es el hermano de mi abuela tengo una excelente relación. Creo que ella luchaba por su hijo (mi papá) y a partir de conocerme dejó de interesarle la búsqueda”, destacó.
Adriana es abogada y trabaja en la Defensoría General de La Nación. Si bien tenía cerca la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, el nombre de la entidad no le generaba curiosidad.
Violeta fue secuestrada el 14 de diciembre de 1976, con 8 meses de embarazo, en el Barrio La Granja, La Plata. En tanto que Edgardo fue secuestrado el 8 de febrero de 1977 también en la ciudad de La Plata.
“No se puede construir nada sólido sin la verdad”
No tiene hijos, pero sí un hermoso grupo de amigos y amigas que le ayudaron siempre a ser una persona realizada. “En mi caso heredé cosas de mis padres de crianza y otras por mis padres biológicos. No puedo llevarle una flor a mis padres, porque pasaron 46 años y no sabemos dónde están”, indicó.
Recomendamos escuchar y compartir la entrevista, en el audio completo, ya que Adriana Garnier dejó conceptos muy profundos.